Las bronquiectasias, en el contexto o no de una fibrosis quística, corresponden a una enfermedad respiratoria crónica caracterizada por un cuadro de tos, producción de esputo e infección bronquial recurrente. Se produce una dilatación de la pared bronquial que dificulta el paso del aire. Además se destruyen unos pequeños filamentos, encargados de la expulsión del moco, llamados cilios. Aparte de presentarse en pacientes de fibrosis quística puede ser consecuencia de otras enfermedades respiratorias como EPOC o asma, algunos procesos infecciosos como tuberculosis o aspergilosis, enfermedades autoinmunes como lupus, artritis reumatoide, …, ciertas deficiencias congénitas, etcétera. Y un porcentaje importante de ellas no tienen una causa conocida.
Los síntomas más frecuentes son dificultad para respirar, tos crónica y expectoraciones abundantes y de mal olor, permanente o intermitente. Las personas que padecen bronquiectasia tienen fases buenas y malas. Éstas se caracterizan por la aparición de brotes o exacerbaciones, que pueden durar varios días o semanas. Cuando se producen estas exacerbaciones puede sentir también cansancio, palidez, fiebre o pitidos al respirar. Es habitual que el moco se acumule en las vías respiratorias y esto provoque sobreinfecciones, que a su vez induzcan más inflamación, entrando en una especie de círculo vicioso. Por eso, toda infección pulmonar debe tratarse de forma precoz con antibióticos, que pueden ser orales, inhalados o inyectables según la circunstancia. A veces hay un tratamiento combinado de antibiótico oral al principio y después continuar durante más tiempo con formas inhaladas. Mientras antes se empiece el tratamiento menos daño causará en los pulmones.
La infección debida a la bacteria Pseudomonas aeruginosa está presente aproximadamente en la cuarta parte de los pacientes con bronquiectasias, y se asocia a una función pulmonar peor y una frecuencia mayor de hospitalización. En algunos casos se pueden usar “antibióticos preventivos”: Las dosis son inferiores a las que se dan para tratar una infección y se suelen administrar durante al menos un año o, a veces, incluso más.
Estos antibióticos orales con frecuencia presentan interacciones con otros medicamentos. Consulte a su farmacéutico o médico ante cualquier tratamiento nuevo que le prescriban, incluidas plantas medicinales
La bronquiectasia no tiene cura, aún no hay nada que revierta el daño inicial, pero con un tratamiento adecuado pueden mejorar muchos los síntomas y ralentizar la progresión. Está dirigido a eliminar la mucosidad, a prevenir infecciones y a reducir la inflamación. Pero lógicamente es muy importante hacerlo correctamente y no abandonar (a no ser que así se lo indiquen) cuando se sienta mejor.
https://foundation.chestnet.org/lung-health-a-z/bronchiectasis/espanol/
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