Logo del hospital universitario virgen macarena

Usted está en: Hospital Universitario Virgen Macarena » Nuestro Hospital »

Información de interés

ext

Consejos a pacientes con cardiopatía isquémica

Preguntas Frecuentes

CONSEJOS PARA PACIENTES CON CARDIOPATIA ISQUEMICA

Dieta

Tener una alimentación sana es básico para cuidar nuestro cuerpo y nuestro corazón. Esta es una buena oportunidad para cambiar nuestros hábitos y los de los familiares que conviven con nosotros.

Os dejamos algunos consejos:

– Coma más veces y menos cantidad. Lo idean son 5- 6 comidas al día. Evite llegar con mucha ansiedad a la hora de comer, ingerirá más alimentos de los que necesita. Elija piezas de fruta, frutos secos y pan integral para los tentempiés.

– Evite los precocinados, conservas y congelados. Inclínese por los alimentos frescos, del tiempo y poco procesados. ¡Dese una vuelta por la plaza de abastos!

– Como guarnición son preferibles verduras y ensaladas. Destierre las patatas fritas.

– Cocine con aceite de oliva, aprovéchese de nuestros recursos. Asados y plancha mejor que fritos.

– Beba agua poco mineralizada o zumos naturales. Las bebidas azucaradas y carbonatadas tienen alto contenido en sales y calorías innecesarias.

– Compre el pan integral y utilice harina integral. Compre la leche y lácteos desnatados.

– Limite los excitantes: café, té, chocolate, bebidas con cola,… etc.

– Grasas: la dieta debe ser pobre en grasas saturadas (de origen natural), preferiblemente grasas monosaturadas (como el aceite de oliva) y evitar los ácidos grasos trans – instaurados (bollería industrial, margarinas, fritos de todos tipo,…).
– Frutas y Verduras: se deben de tomar 2 – 3 raciones de verduras y de frutas al día.
– Carnes: Preferiblemente carne de pollo, pavo o conejo (2 o 3 veces en semana), restringir la ingesta de carnes rojas y de cerdo.
– Pescado: se debe tomar al menos 2 veces a la semana (una de ellas pescado azul).
– Sal: se debe restringir las ingesta de sal. Cocine con poca sal y no añada sal en la mesa. Condimente con especias, limón, vinagre, aceite, perejil. Evite los salazones, aperitivos salados, encurtidos, embutidos, ahumados, conservas que no sean naturales, quesos y productos cárnicos curados. Evite medicamentos efervescentes y bebidas con gas. El regaliz puede hacerle retener líquidos.
– Alcohol: se debe restringir a 2 copas de vino al día en varones (20 g/día) y 1 copa en mujeres (10 g/día).
– Frutos Secos: es recomendable la ingesta moderada, preferiblemente de nueces y almendras (sin freír).

– Evite la bollería industrial, la “comida rápida” y los precocinados. Intente cocinar a la plancha o al horno, evite las frituras.

– Evitar la toma de AINEs (antiinflamatorios no esteroideos: ibuprofeno, diclofenaco, etc.). En caso de precisar algún tipo de analgésico use paracetamol o Nolotil (metamizol). En caso de precisar algún AINE es preferible el Naproxeno junto con la toma de protector gástrico.

Hay que mantener las grasas de la sangre a raya. Por ello, conviene evitar en nuestra mesa alimentos que contengan muchas grasas perjudiciales. Le dejamos una tabla con alimentos en función de su contenido en grasas. La columna en rojo contiene alimentos prohibidos, la columna en amarillo limitados y en verde permitidos.

 

Alimento Desaconsejados (excepcionales) Limitados (2 veces/semana) Permitidos (todos los días)
Huevos, leche y derivados. -Leche entera, nata, cremas y flanes.

-Quesos curados y semicurados, mantequillas.

-Helados, leche en polvo.

-Postres lácteos preparados.

-Queso fresco.

-Huevo entero.

-Leche y yogurt desnatado.

-Clara de huevo.

Carnes y Aves -Embutidos en general.

-Bacon, salchichas.

-Hamburguesas comerciales.

-Vísceras, pato, ganso, patés.

-Vaca, buey, ternera.

-Cordero, cerdo y jamón (partes magras).

-Salchichas de pollo o ternera.

-Venado, caza.

-Pollo y pavo sin piel.

-Conejo.

Pescados y mariscos -Huevas de pescado.

-Pescado frito en aceites o grasas no recomendadas.

-Pescados preparados precocinados.

-Pescados en salazón, ahumados o en conserva*.

-Pescado frito en aceite de oliva.

-Calamares, pulpo, langostinos, cangrejos.

-Bacalao salado.

-Pescado blanco.

-Pescado azul*.

-Atún en lata*.

-Marisco de concha fresco o en lata.

Cereales y frutos secos* -Aperitivos de bolsa.

-Galletas con grasas no permitidas.

-Pastas italianas con huevo*.

-Cacahuetes*.

-Pan*, arroz*, pastas*, harinas*, cereales (de preferencia integrales).

-Galletas integrales con grasas permitidas.

-Almendras*, avellanas*, castañas*, nueces*, dátiles*.

Frutas, Verduras y legumbres -Caldos de verduras.

-Encurtidos de aperitivo.

-Patatas “chips”.

-Patatas o verduras fritas en aceite o grasa no recomendada.

-Coco.

-Aguacate*, aceitunas*.

-Patatas fritas en aceite de oliva o girasol*.

-Zumo de tomate.

-Todas las verduras frescas y congeladas no preparadas.

-Todas las frutas frescas, secas y en almíbar*.

-Legumbres todas* (especialmente recomendadas).

Postres -Bollería, especialmente la industrial: croissants, magdalenas, donuts.

-Chocolates y pasteles con leche entera, huevo, nata o mantequilla*.

-Bollería casera* con grasas adecuadas.

-Flan sin huevo.

-Caramelos*, turrón*, mazapán*.

-Mermelada*, Azúcar*, miel*, repostería casera con leche desnatada*, sorbetes.
Grasas y aceites* -Mayonesa preparada, empanados, rebozados.

-Mantequilla, manteca de cerdo, tocino, sebo.

-Aceite de palma y coco.

-Margarinas vegetales.

-Fritos en aceite de oliva o girasol.

-Aceite de oliva, girasol o maíz.

-Mayonesa casera, hierbas aromáticas, ajo, vinagre, limón, especias.

Especias y salsas -Salsas hechas con mantequilla, margarina, leche entera, nata o grasas animales.

-Salsas preparadas.

-Sopas de sobre, cubitos de caldo.

-Glutamato sódico.

-Aliños de ensalada pobres en grasa.

-Bechamel elaborada con leche desnatada.

-Sal con moderación.

-Sofritos.

-Pimienta, mostaza, hierbas aromáticas.

-Vinagreta, caldos vegetales.

Varios -Bebidas con chocolate.

-Café irlandés.

-Licores.

-Refrescos azucarados*.

-Agua poco mineralizada.

-Zumos naturales*.

-Infusiones.

-Café, té (no más de 3 al día).

-Vino*, cerveza* (no más de 2 al día).

 

Control de Factores de Riesgo

Los factores de riesgo son enfermedades, situaciones o conductas que van dañando la pared de nuestras arterias, provocando una inflamación de las mismas que las va obstruyendo. A este proceso lo denominamos “arteriosclerosis” y es la principal causa de angina de pecho e infarto cardíaco.

Existen factores de riesgo que no podemos modificar, como la edad, el sexo y la predisposición genética (presente cuando hay antecedentes familiares de enfermedad cardiovascular en personas jóvenes).

Los factores de riesgo modificables son aquéllos que podemos combatir y controlar, y son los siguientes:

– Hipertensión arterial.

– Colesterol alto

– Diabetes

– Tabaco

– Sedentarismo

– Obesidad

– Estrés

Hipertensión arterial: “la alta y la baja”.

Llamamos hipertensión arterial a la elevación de la presión de la sangre cuando pasa por las arterias. El corazón es el motor que bombea la sangre hacia el cuerpo para que llegue el riego a todos los órganos. Esto lo hace contrayéndose y relajándose. Al relajarse, se llena con la sangre procedente de las venas del cuerpo. Al contraerse, impulsa un volumen de sangre hacia las arterias. Cuando nos tomamos la tensión arterial, obtendremos dos cifras. Por ejemplo, 130/80.

– Tensión arterial sistólica, “la alta”: 130. Es la presión registrada cuando el corazón se contrae.

– Tensión arterial diastólica, “la baja”: 80. Es la presión registrada cuando el corazón se relaja.

La tensión arterial varía a lo largo del día y con el ejercicio, el estrés, el sueño y las comidas.

 

Cómo controlar la tensión arterial:

– Pierda peso.

– Haga ejercicio aeróbico.

– Limite la sal que consume en las comidas y bebidas. Recuerde que las bebidas carbonatadas (con gas), las conservas que no sean naturales, los precocinados, salazones, aperitivos salados, encurtidos, embutidos, quesos y productos cárnicos curados, ahumados tienen un alto contenido en sal y debe consumirlos sólo esporádicamente.

– Vigile los medicamentos que toma. Los antiinflamatorios no esteroideos (diclofenaco, ibuprofeno, dexketoprofeno, etc.), corticoides y algunos antigripales hacen que retengamos líquido y por tanto se eleve nuestra tensión arterial. Consulte a su médico siempre que le vayan a prescribir una nueva medicación.

– No tome excitantes: café, té, chocolate, bebidas con cola, etc.

– Olvide el regaliz, nos hace retener líquido.

Muchas veces es necesario tomar medicamentos para mantener la tensión arterial controlada.

 

Objetivos del tratamiento.

Lo ideal es tener la tensión arterial sistólica menor de 130 y la diastólica menor de 80.

No olvide tomarse la tensión en su domicilio al menos una vez al mes, así detectaremos a tiempo cuando se está descontrolando.

 

Colesterol, “el bueno y el malo”.

El colesterol es una sustancia grasa presente en todas las células del cuerpo y necesaria para su funcionamiento. Precede de la dieta y de la “fabricación” en el hígado a partir de otras sustancias.

La sangre se encarga de transportar el colesterol desde el hígado a los órganos que las necesitan y de recoger el remanente que no se utiliza para devolverlo al hígado. Allí se almacena o se excreta al intestino a través de la bilis. Este transporte lo hace a través de unas proteínas que circulan en la sangre, que son como los vehículos, y se denominan lipoproteínas. Existe, entre otras, dos lipoproteínas:

– Lipoproteínas de baja densidad, “el malo”: LDL. Se encargan de transportar colesterol nuevo desde el hígado hasta todas las células del organismo. Se une a las células de las paredes de las arterias, y deposita colesterol en estas contribuyendo a engrosarlas e inflamarlas. De este modo, aumenta la arteriosclerosis de nuestras arterias.

– Lipoproteínas de alta densidad, “el bueno”: HDL. Se encargan de recoger el exceso de colesterol de nuevo al hígado para que sea eliminado.

 

Triglicéridos. Son el tipo de grasa más frecuente en nuestro organismo. Proceden de producción propia o de los alimentos. Se adhieren a las paredes de las arterias contribuyendo a la inflamación y engrosamiento que llamamos arteriosclerosis.

 

Objetivos del tratamiento.

– Colesterol- LDL: menor de 70 mg/dl.

– Colesterol- HDL: en mujeres mayores de 50 mg/dl y en hombres mayores de 40 mg/dl.

– Triglicéridos: menor de 150 mg/dl.

 

Diabetes

Tabaco

EL CONTROL DE OTROS FACTORES DE RIESGO SUMA, PERO FUMAR RESTA.

Sedentarismo

Obesidad

Estrés

 

Ejercicio 

El ejercicio no sólo no es perjudicial, sino que le aporta muchos beneficios.

Beneficios de ejercicio físico:

– Ayuda a bajar de peso. Elimina la grasa abdominal, que es catastrófica para el metabolismo.

– Disminuye la tensión arterial y las pulsaciones.

– Disminuye el contenido de colesterol y triglicéridos (grasas) de la sangre.

– Hace que la sangre forme trombos con menos facilidad.

– Mejora el estado de ánimo, disminuye la ansiedad y la tristeza, y ayuda a conciliar el sueño.

– Estimula la formación de arterias alternativas que aseguran el riego al músculo cardíaco en caso de que las arterias con las que nacemos se vayan estrechando poco a poco. A esto lo llamamos los médicos formación de circulación colateral. ¡El ejercicio le puede salvar la vida!

– Desciende la tendencia a presentar arritmias del corazón.

– Mejora la sensación de bienestar del organismo.

– Mejora la fuerza muscular y la elasticidad de las articulaciones. Hace desaparecer los dolores osteo-musculares.

En general, la realización de ejercicio físico de intensidad moderada se ha relacionado con mayor supervivencia, y menor tasa de angina de pecho e infartos tanto en personas sanas como en las que ya han presentado problemas cardíacos.

¿Qué ejercicios realizar?

Ejercicio aeróbico: aquél que pueda empezar poco a poco, mantener el mismo ritmo y disminuir poco a poco. Es importante que implique a grupos musculares grandes y tenga un alto contenido “dinámico”. Por ejemplo: caminar, trotar, nadar, montar en bicicleta, bailar. ¡Busque una actividad con la que disfrute y láncese!

El levantamiento de pesas no está recomendado, por el riesgo de desencadenar subidas de tensión arterial, disminución del retorno venoso al corazón y lesiones musculares. En los casos en que se quiere aumentar la fuerza muscular se permite tan sólo levantar poco peso, haciendo muchas repeticiones.

Consejos antes de iniciar el ejercicio físico.

  • Utilice ropa y calzado cómodos.
  • Empiece poco a poco. No se exija ni se ponga metas inalcanzables. Empiece a un ritmo que le permita hablar mientras se ejercita y aumente progresivamente el tiempo que le dedica.
  • Haga estiramientos antes y después del ejercicio. Así evitaremos lesiones.
  • Evite temperaturas extremas.
  • No salga a caminar después de las comidas.
  • Descanse unas horas después de cada sesión de ejercicio.
  • Cuide su alimentación.

 

logo consejería
boton para ir al principio de la pagina