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Espondilitis anquilosante – Información Farmacia

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¿Qué es la espondilitis anquilosante?


Precisamente su nombre, aunque suene al principio muy extraño, deriva de dos palabras procedentes del griego que definen muy bien las características de esta enfermedad: “espondilitis” significa inflamación de la columna vertebral y “anquilosis” significa articulación rígida. Es decir es una enfermedad crónica en la se inflama la columna vertebral y que en ocasiones causa la rigidez y pérdida de los movimientos de la columna vertebral.

La inflamación crónica de la columna hace que se formen unos puentes óseos en las vértebras, llamados sindesmofitos, que pueden llegar a unir dos vértebras vecinas, limitando el movimiento de la columna.

Es una enfermedad frecuente, sobre todo en la raza blanca (0.5-1% de la población). Habitualmente aparece entre los 20 y 30 años. En mujeres es algo menos frecuente y suele ser más leve.

¿Qué la produce?


No se conoce la causa por la que se produce esta enfermedad. Sin embargo, en los últimos años se está avanzando en el conocimiento de los mecanismos que desencadenan el proceso y en
el/los posibles agentes responsables. Se conoce desde hace tiempo que la espondilitis anquilosante afecta con mayor frecuencia a las personas que presentan por herencia genética el “antígeno HLA B27”. El hecho de la transmisión genética de esta marca explica por qué la espondilitis anquilosante aparece con más frecuencia en determinadas razas y dentro de éstas en determinadas familias. La posesión del antígeno HLA-B27 parece causar una respuesta anormal de la persona a la acción de determinados gérmenes. Probablemente la conjunción de estos dos factores entre otros muchos desconocidos, desencadene la enfermedad.

¿Cuáles son sus síntomas?


Lo primero que nota la persona que tiene espondilitis anquilosante suele ser un dolor lumbar o lumbago o síntomas parecidos a la “ciática”, que se produce por la inflamación de las articulaciones sacroilíacas y vertebrales. Este dolor es de tipo inflamatorio, que se caracteriza por ser de aparición insidiosa, lenta y paulatina, no pudiendo precisarse con exactitud el instante en el que comenzó el síntoma, sobre todo cuando el paciente se encuentra en reposo y mejora con la actividad física. De esta forma el dolor suele ser máximo en las últimas horas de la noche y en las primeras de la madrugada, cuando el paciente lleva un largo rato en la cama. Esto obliga a la persona a levantarse y caminar para notar un alivio e incluso la desaparición del dolor. Con el paso del tiempo el dolor y la rigidez pueden progresar a la columna dorsal y al cuello. Las vértebras se van fusionando, la columna pierde flexibilidad y se vuelve rígida, limitándose los movimientos de esta. La caja torácica también puede afectarse, produciéndose dolor en la unión de las costillas al esternón y limitándose la expansión normal del pecho (al hinchar los pulmones) y dificultando la respiración.
La inflamación y el dolor también pueden aparecer en las articulaciones de las caderas, hombros, rodillas o tobillos, o en las zonas del esqueleto donde se fijan los ligamentos y los tendones a los
huesos (dolor en el talón, en el tendón de Aquiles…).

La espondilitis anquilosante es una enfermedad sistémica, lo que significa que puede afectar a otros órganos del cuerpo. En algunas personas puede causar fiebre, pérdida de apetito, fatiga e incluso inflamación en órganos como pulmones y corazón, aunque esto último ocurre muy raramente. Puede haber una disminución de la función de los pulmones al disminuir la elasticidad del tórax lo cual, combinado con el tabaco, puede deteriorar la capacidad para respirar.

Tratamiento


Actualmente no existe ningún tratamiento capaz de curar definitivamente la enfermedad. Sin embargo, sí existen una serie de medicamentos eficaces y técnicas de rehabilitación que alivian el dolor y permiten una buena movilidad, con el objetivo de lograr una buena calidad de vida.

  1. Fármacos para aliviar el dolor y la inflamación a corto plazo. Tratamientos sintomáticos.

Los constituyen los analgésicos y los antiinflamatorios no esteroideos (AINE). Estos medicamentos se suelen utilizar para completar el efecto de los FAME, sobre todo en épocas en las que hay mayor dolor por reactivación de la enfermedad o cuando existen síntomas de forma mantenida. Su acción es rápida, pero su efecto desaparece también rápidamente unas horas después de su administración. Se pueden distinguir dos tipos de analgésicos: los opiáceos y los no opiáceos.

      2. Corticoides

Son fármacos de gran utilidad en el tratamiento de la artritis reumatoide. Comparten acciones antiinflamatorias con otras más complejas similares a las de los FAME. Son los fármacos más eficaces para controlar la inflamación articular en muy poco tiempo, ya sea en forma de comprimidos, inyecciones o como tratamientos intra-articulares (infiltraciones).

   3. Fármacos modificadores de la evolución de la enfermedad (FAME)

  • FAMEs convencionales:

Son un grupo de fármacos, entre los que se encuentran el metotrexato, la salazopirina o la leflunomida, que son eficaces en las enfermedades reumáticas que cursan con inflamación de las articulaciones periféricas, como la artritis reumatoide. Son poco efectivos en los pacientes con espondiloartritis cuando la enfermedad solo se localiza en la columna y las sacroiliacas. Sin embargo, pueden estar indicados en aquellos pacientes cuando los síntomas predominantes se localizan en las articulaciones de las extremidades o existe psoriasis o enfermedad intestinal asociada.

  • FAMEs biológicos

En los pacientes con afectación del esqueleto axial en los que, a pesar de probar con varios AINE, la enfermedad continúa con síntomas y actividad inflamatoria importante o en aquellos pacientes que han presentado problemas o está contraindicado la utilización de AINE, está indicado el tratamiento con terapias biológicas. No todas las terapias biológicas funcionan en los pacientes con espondiloartritis. En la actualidad algunas de las terapias biológicas aprobadas para el tratamiento de las espondiloartritis son las que bloquean el TNF (Factor de Necrosis Tumoral), que consiguen controlar la inflamación y mejorar de una forma importante los síntomas y complicaciones que causa la enfermedad. Hay varios fármacos anti-TNF disponibles con un nivel de seguridad y grado de eficacia respecto al control de la inflamación, el dolor o la mejoría de la calidad de vida similar entre ellos. Estos fármacos son: adalimumab, certolizumab pegol, etanercept,
golimumab e infliximab. También están comercializados otros fármacos biológicos llamados secukinumab e ixekizumab, que bloquean la interleukina-17, una proteína inflamatoria.

Este tratamiento con fármacos biológicos debe mantenerse de forma prolongada, ya que generalmente cuando se suspende la enfermedad vuelve a reproducirse en la mayoría de los
pacientes en pocas semanas.

Los FAME biológicos, al afectar al sistema inmunológico pueden ocasionar la reactivación de infecciones latentes como hepatitis o tuberculosis. Su reumatólogo antes de prescribirlos hará un estudio para excluirlas. Para evitar la aparición de nuevas infecciones se le recomendará la vacunación, habitualmente contra la gripe y el neumococo.

Consulte con su médico si desarrolla síntomas de infección (fiebre, dolor de garganta, escalofríos, tos), estando bajo tratamiento con cualquier agente biológico. Precisamente por el mayor riesgo de presentar infecciones, estos fármacos no deben utilizarse en pacientes con infecciones graves y se deben suspender temporalmente en el caso de intervenciones quirúrgicas importantes. Otros posibles efectos adversos son: Inflamación en el lugar de la inyección, reacciones alérgicas tras la infusión intravenosa y dolor de cabeza. Generalmente se aconseja evitar el embarazo cuanto se está bajo tratamiento.

Enlaces de interés


Asociaciones de pacientes

Asociación de pacientes de Espondilitis Anquilosante de Sevilla
LIRE. Liga Reumatológica Española
CEADE. Coordinadora Española de Asociaciones de Espondilitis:
Conartritis. Coordinadora Nacional de Artritis

Recursos de internet

http://www.ser.es/pacientes/enfermedades-reumaticas/espondilitis/
http://www.ser.es/wp-content/uploads/2015/09/10.pdf
http://www.rheumatology.org/Portals/0/Files/Spondyloarthitis%20Spanish.pdf

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